Quiníto Tavira

Se sabe observada
ella
recorre con la vista el cielo
y elige con las manos
las estrellas que mas le gustan
para ponerlas muy juntas
sobre el blanco de la nevera

mientras

el orbe se ha caído
se ha roto ahora
en mil pedazos pequeños
señalan dos escarpias hacía abajo
hacía el centro de la tierra
quizás sean señales
índices que apuntan
hacia algo que se acaba
un apocalipsis vestido
de los mismos sucesos
de la misma sombrilla naranja
que los abrigó en otro tiempo
cuando pensaban que eran felices
y estaban seguros
de que no cambiaría nada
Pero algo (y mucho)
si que ha cambiado

Al menos ahora
me doy cuenta.