diciembre 28, 2008

Domingo por la mañana




Tu risa
me hiela la sangre.

Tu alegría
es mi desdicha.

No soporto
tu felicidad.

Esta noche,
caperucita,
vas a saber
lo que son
dentelladas
en el alma
y en la carne.

De esas que
cuesta olvidar.

De las que
dejan marca.

Caperucita,
ojalá no te vea
ser feliz
nunca mas.


Madrid Dic08

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